jueves, 31 de enero de 2013

Finding Joy in the Journey

Me vio firmar un cheque de una cantidad elevada (no mio, mas se había depositado en mi cuenta  por el contrato conseguido) a nombre de la compañía en la que yo antes trabajaba (a quien íbamos a subcontratar parte de los servicios); y como conoce prácticamente -el éxodo- (jojo) de 'mi vida profesional', me preguntó: "¿te sientes realizada?"; no entendí la pregunta, "¿Qué?". "¿Te sientes realizada como profesional?"; no entendí el por qué de la pregunta, ya con el ceño fruncido: "¿Qué!?". Con cierto ademán hizo referencia al cheque: "¿te sientes realizado como profesional?". "Oh!" -comprendí a qué se refería-.
"La verdad es que me sentí más feliz hace tres días cuando arreglé una tubería en mi casa", solo respondí sin pensar en mi respuesta. Me miró extrañada, y le expliqué brevemente a lo que me refería, creo que no me comprendió... y que se re-lea "no ME entendió".


Hace más de dos años, todavía no tenía mi título de 'ingeniera', mas ya había tenido de esas clases que marcan (tal vez cosas obvias; pero que 'pegaron' en el preciso momento): "ingeniería es lo mismo que ingenio; serán ingenieros, cuando sean ingeniosos" [tal vez suene demasiado simple, mi pobre memoria solo me recuerda las palabras claves: ingeniero e ingenioso; como R. Pacheco lo dijo, no lo recuerdo]. Y desde ahí se convirtió en mi desafío, para merecer tal titulo, debería de tener más que un cartón, debería ser ingeniosa/creativa/sorprendedora (?) (:


Otra vez: hace más de dos años, accidentalmente boté un trozo de jabón en un lavabo de mi casa. Inicialmente pensé que el agua cumpliría su acostumbrada labor de desintegrarlo; mas no pasaba nada -no pasaba el agua-. Después pensé en las dos soluciones más comunes, con sus respectivos 'peros': 'llamar  un plomero' (a quién?, estando sola en mi casa....'no way'); 'llamar a mi madre' (jaja demasiado 'niña'; muy lejos). Así que opté, por yo misma tomar el desafío: "ya casi termino mi carrera, ¿qué tan difícil puede ser?".


Y así empezó. Estaba emocionada por intentarlo. Inicialmente imaginé que sería tan sencillo como coger 'las llaves', abrir 'las tuerquitas' del tubo, sacar el triste trozo de jabón, y 'violá'; pero no!. Al intentar forzar los tristes tubos, noté que no sólo estaban unidos por las tristes tuercas, había algún tipo de 'cemento blanco' que los sellaba, y que tuve que desprenderlo todo. Finalmente al lograr separar los tubos, algo negro -muy desagradable- empezó a correr por ellos y caer en la tina que había llevado. Como toda una profesional, (: tomé de forma tranquila la inesperada desagradable incidencia, y empecé a limpiar todo el interior del triste ese (así también como el interior de los otros tubos con lo cuales se unían). Una vez limpio todo, era tiempo de volverlos a armar.
Fui a una ferretería, y más que con términos técnicos, empecé a describir a mi vendedor qué y para qué lo quería; después de varios intentos fallidos, dijo: "ah!, usted necesita yeso".

Regresé felizota con mi funda de yeso en la mano, me preparé nuevamente 'con ropa de trabajo'. Sostuve la posición de los tubos; como ya tenía experiencia en hacer empanadas (jojo), no fue difícil lograr la masa adecuada del yeso. Con éste, 'forré' los alrededores del tubo... confirmé que estuvieran bien sellado, abrí las llaves del agua...y por fin 'voila'... toda una plomera! Me sentía tan feliz, 'tan profesional'... creo que fue la primera vez que me dije 'toda una ingeniera!'. Con mucho orgullo, conté mi experiencia a mi madre, me presenté como: "Ing. en Telecomunicaciones, con mención en Plomería" (: 

El gozo que sentí en aquella ocasión, fue de alguien que toma un riesgo, aprende en el camino (más que conocimientos de plomería, sentimientos/satisfacción) y logra la meta... y finalmente creo que la dicha que al final se siente, es de alguien 'realizada'.


Cuando ella me hizo aquella pregunta, mi mente voló a esa escena... porque algunos días antes de aquella fecha, había vuelto a arreglar otra tubería de mi casa (esta vez fue más sencillo: los tubos de las cocinas, no son iguales que el de los baños! #quesesepa jaja). 

Y así es como está formada mi vida, por pequeñas experiencias que dan grandes enseñanzas... Muchos buscan sólo las grandes metas, y finalmente al alcanzarlas sienten aquella dicha de conseguirlas. Yo sigo el consejo de mi profeta: "Busco el gozo en el recorrido" y definitivamente creo... que son esos pequeños detalles de nuestras vidas, los que dan aquel gozo. Y -al final del recorrido- cuando se logran aquellas grandes metas, las tomamos como parte del proceso de la vida, no toda nuestra vida; porque hemos encontrado gozo en el recorrido de caminar hacia ellas.


#btw para mi, una empresa exitosa es aquella que me generará ganancias, sin necesitar que yo esté trabajando allí; mientras tanto soy una 'autoempleada' (enseñanzas del gran A. Márquez)... así que la meta real, aún no está cumplida.